El Día Mundial de la Naturaleza
es una ocasión para reflexionar sobre la importancia de conservar la biodiversidad y la necesidad de proteger las especies animales y vegetales que viven en nuestro planeta.
Con motivo de este día tan especial, hemos pensado en compartir con vosotros un maravilloso vídeo de un precioso Puma capturado por las Cámaras Trampa, instaladas en nuestro proyecto Selva de Urundel REDD+.
El Puma, también conocido como León de montaña, es un felino con una longitud que puede superar los 2 metros y un peso que puede alcanzar los 100 kg, lo que lo convierte en uno de los mayores felinos del continente americano.
El Puma como cualquier otra especie, tiene su papel fundamental en el ecosistema de las regiones donde vive. Como depredador superior, el Puma regula las poblaciones de otras especies contribuyendo así a mantener el equilibrio entre las diferentes especies presentes en el ecosistema, evitando la superpoblación de algunas y la desaparición de otras.
Por desgracia, el puma, al igual que más de un millón de especies silvestres, está en grave peligro.
Estamos perdiendo especies a un ritmo al menos mil veces superior al natural, debido a la destrucción de hábitats para la agricultura o la ganadería. De todos los mamíferos de la Tierra, sólo el 4% son mamíferos salvajes, el resto (96%) somos nosotros y nuestro ganado.
Para preservar la rica y diversa gama de vida vegetal y animal de nuestro planeta, es absolutamente esencial que desarrollemos y apliquemos estrategias eficaces para proteger la flora y la fauna silvestres.
La actividad humana, como la agricultura insostenible, ha provocado la destrucción y degradación de muchos de nuestros preciosos bosques autóctonos. Se trata de una cuestión de gran urgencia, y debemos actuar con rapidez para poner fin a estas prácticas destructivas antes de que sea demasiado tarde.
Sólo hay una forma de abordar eficazmente el problema de la pérdida de biodiversidad: debemos crear asociaciones sólidas y colaborar con las empresas para que juntos podamos cambiar la forma en que se explotan los ecosistemas en todo el mundo, con el objetivo común de crear economías nuevas y más sostenibles.