Cero Neto, Cero Carbono, Cero Emisiones, Carbon Neutral,
añadimos palabras de moda que lo hacen parecer difícil o confuso, pero no debería ser así si queremos lograr un cambio.
Aunque los dos términos se utilizan a menudo indistintamente, pueden diferir en su propósito y alcance.
¿Cuál es la principal diferencia?
La neutralidad de carbono ha cobrado importancia tras la ratificación del Protocolo de Kioto (2005), que estableció mecanismos de mercado flexibles para animar a países y empresas a reducir sus emisiones.
Lo ideal es que estos mecanismos fomenten que la reducción de gases de efecto invernadero empiece donde más convenga, por ejemplo, en el mundo en desarrollo. No importa dónde se reduzcan las emisiones, siempre que se eliminen de la atmósfera. Esto tiene las ventajas paralelas de estimular la inversión verde en los países en desarrollo y de incluir al sector privado en este esfuerzo por reducir y mantener las emisiones de gases de efecto invernadero en un nivel seguro.
Carbono neto cero, está vinculado al Acuerdo de París (2015), que tiene como objetivo limitar el aumento de las temperaturas globales por debajo de 1,5 ° C mediante el objetivo de emisiones globales netas de carbono cero para 2050, lo que significa que no se añaden más emisiones a la atmósfera. Para ello es necesario reducir eficazmente las emisiones mediante una estrategia climática coherente.
Las empresas pueden llegar a ser netas cero, por ejemplo, siguiendo la aplicación de la iniciativa SBTi (Science Based Targets Initiative). La ambición de cero emisiones netas representa un cambio radical en las prácticas habituales de las empresas y se basa en el enfoque de la Mejor Tecnología Disponible Sin Costes Excesivos (BATNECC).
¿Por qué es importante?
La neutralidad en carbono es un primer paso importante para combatir el cambio climático, que no debe subestimarse, queda camino por recorrer antes de alcanzar el objetivo de 2050 y, para lograrlo, todas las acciones posibles hoy son importantes.
Está claro que tenemos que eliminar los gases de efecto invernadero hoy y, al mismo tiempo, establecer estrategias para el futuro que requerirán una estrategia a medida de carbono neto cero que incluya una hoja de ruta de reducción del carbono diseñada para llevar a las empresas a reducir sus emisiones. año tras año, implicando a todas las partes interesadas.